7 claves para enseñar el cambio climático en el aula

¿Hablar sobre el cambio climático en el aula? ¡De acuerdo! Pero, ¿cómo hacerlo de manera concreta? Ya sea que forme parte del programa de tu materia y temas generar ecoansiedad en tus alumnos, o que consideres imprescindible abordar este tema clave de nuestra sociedad, ¿por dónde empezar? Independientemente de tu formación inicial, el nivel educativo en el que trabajes o tu disciplina, tenemos numerosos consejos prácticos para ti. ¡Déjate guiar!

1. No necesitas ser un experto: ¡todas las disciplinas están implicadas... y pueden involucrarse!

Todas las materias pueden abordar el cambio climático en el aula. Por supuesto, este tema está estrechamente relacionado con la educación científica. Sin embargo, esto no significa que los docentes de otras disciplinas no puedan, o no deban, tratarlo. ¿Por qué? Porque se trata de un tema de relevancia social, porque es nuestra responsabilidad proporcionar a las nuevas generaciones las herramientas para comprenderlo, y porque los docentes desempeñan un papel esencial en esta tarea. Además, el cambio climático también forma parte de una educación para la complejidad y para una ciudadanía crítica.

No necesitas ser un experto: ¡las herramientas de la OCE están aquí para ayudarte!

Algunas ideas:

  • Profesor de lengua y literatura: Puedes trabajar con tus alumnos en la creación de nuevos relatos que los ayuden a imaginar un futuro cambiante pero esperanzador. Esto se puede hacer a través de redacciones o incluso creando podcasts.
  • Docente de matemáticas: Puedes proponerles calcular su huella de carbono o utilizar datos climáticos para trabajar con promedios y estadísticas.
  • Profesor de ciencias sociales, filosofía o tutoría: Puedes organizar una simulación de una negociación climática, un ejercicio ideal para asignaturas como Economía, Geografía e Historia, Filosofía o incluso actividades en la vida escolar.
Simulation de négociation climatique avec des élèves
  • Artes plásticas: Propón a tus alumnos crear carteles para sensibilizar a su entorno sobre el cambio climático o para fomentar prácticas de consumo más responsables. En asignaturas de arte o literatura, pueden trabajar en la expresión de sus emociones frente al cambio climático, explorando cómo transmitirlas a través de obras visuales o escritas.

  • Educación física: Diseña un juego de rol para explicar el efecto invernadero. Por ejemplo, mediante una variante del clásico juego de “pilla-pilla”, los alumnos pueden simular cómo los gases de efecto invernadero “atrapan” la radiación infrarroja y la reemiten en todas direcciones, incluida la superficie terrestre, explicando así este fenómeno de forma dinámica.

  • Idiomas: Utiliza recursos de la OCE disponibles en varios idiomas, como cortometrajes, manuales y actividades adaptadas a contextos nacionales específicos. Solo tienes que cambiar el idioma en nuestra página web para acceder a estas herramientas.

  • Biblioteconomía y documentación: Los profesores documentalistas pueden abordar el cambio climático desde el pensamiento crítico, guiando a los alumnos en el análisis de publicaciones en redes sociales y medios de comunicación. La OCE, por ejemplo, ofrece un escape room educativo sobre este tema, ideal para aprender de manera interactiva.

  • Ingeniería y disciplinas prácticas (agricultura, tecnología, etc.): Trabaja con los alumnos en el diseño de soluciones de adaptación o mitigación, como prototipos tecnológicos o estrategias agrícolas sostenibles.

  • Primaria: Los maestros de primaria también pueden enseñar sobre el cambio climático, ya que muchas de estas actividades se prestan a la interdisciplinariedad. Además, es posible desarrollar proyectos escolares como la creación de un "pedibús" (transporte escolar a pie) o la transformación del patio en un oasis verde, fomentando así la sensibilización y la acción a nivel comunitario.

 

2. Trabajar en interdisciplinariedad

Leyes físicas, reacciones en cadena, impactos en los ecosistemas, consecuencias para la salud, la economía o la geopolítica... Dado que el cambio climático es un fenómeno global, su enseñanza requiere un enfoque interdisciplinario que abarque todas sus dimensiones. Por ejemplo, abordar las migraciones climáticas en geografía y relacionarlas con conceptos de ciencias físicas, como el aumento del nivel del mar o la multiplicación de eventos meteorológicos extremos, permite a los alumnos comprender la naturaleza sistémica del problema y encontrar un propósito en sus aprendizajes.

Además, trabajar en equipo entre docentes de diferentes disciplinas ofrece otra ventaja: la posibilidad de disponer de sesiones más extensas, que pueden aprovecharse para realizar actividades más profundas o incluso desarrollar proyectos conjuntos. Las herramientas y recursos listos para usar de la OCE pueden ser de gran ayuda en este sentido, complementando el tiempo de planificación y coordinación con los colegas. Adoptar este enfoque interdisciplinario no solo enriquece el aprendizaje de los alumnos, sino que también fomenta el trabajo colaborativo entre docentes, creando un entorno educativo más cohesionado y dinámico.

 

3. Aplicar pedagogías activas

Es casi un consenso: las pedagogías activas facilitan que los alumnos asimilen mejor los conocimientos al fomentar su implicación directa. Juegos serios, roles, modelización, experimentación, búsqueda de información... Estas metodologías hacen que el aprendizaje sea más motivador para los jóvenes. En nuestros manuales para docentes, priorizamos actividades donde los alumnos puedan participar activamente en clase. Aquí compartimos algunas estrategias altamente recomendadas para un “aprendizaje activo”:

  • Aprendizaje basado en la investigación: Algunas actividades adoptan una metodología de indagación: formular un problema, plantear hipótesis, reflexionar sobre cómo verificarlas, interpretar resultados y estructurar el conocimiento. Por ejemplo, si les pedimos a los alumnos (en Ciencias Naturales o Física-Química) que investiguen si el aumento del nivel del mar es causado por el deshielo de los glaciares continentales o el derretimiento del hielo marino, pueden plantear hipótesis y realizar experimentos con una bandeja de agua y cubos de hielo. ¡Una excelente manera de introducirlos al método científico!

  • Pedagogía de proyectos: Esta metodología fomenta la creación de producciones a través de preguntas abiertas que animan a los alumnos a investigar y desarrollar soluciones. Por ejemplo, “¿Cómo podemos reducir nuestra huella de carbono en la escuela?”. El rol del docente es guiar a los alumnos en la definición del proyecto, asegurándose de que los objetivos sean alcanzables. Además, puede ajustar la actividad o el debate según sea necesario, supervisar las discusiones, asumir el papel de experto cuando lo soliciten los alumnos o recurrir a socios externos (científicos, autoridades locales, expertos, etc.).

  • Simulaciones y negociación: La negociación es una herramienta pedagógica que permite a los alumnos desarrollar competencias vinculadas con la ciudadanía crítica. Por ejemplo, simular una COP sobre el clima es una forma eficaz de cuestionar los modelos actuales, aprender a escuchar y debatir, así como fomentar la educación mediática.

Experience on sea level rise

4. No ocultar las emociones y vincularlas con soluciones concretas

¿Te preguntas cómo abordar un tema como el cambio climático con alumnos que podrían estar experimentando ecoansiedad? ¿O tienes miedo de generar esa ansiedad tú mismo?

Por el contrario, consideramos esencial que, como adulto y docente, dediques tiempo a reconocer los distintos sentimientos de tus alumnos (¡y los tuyos también!). Es importante recordarles que todas estas emociones son legítimas. Incluso puedes compartir tus propias emociones y preocupaciones con ellos. Escuchar a los alumnos también puede ser una oportunidad para matizar los riesgos asociados al cambio climático: no, el aumento del nivel del mar no sumergirá Francia bajo el agua en cinco años.

Aunque enseñar sobre el cambio climático puede generar incomodidad, lo mismo sucede con otros temas importantes en el aula, como el estudio de las guerras mundiales, los genocidios o el colonialismo. Sin embargo, estas temáticas son esenciales y no podemos ignorarlas. Lo mismo ocurre con el cambio climático.

Abordar este tema de manera abierta y honesta en clase permite a los alumnos comprender plenamente los desafíos y las consecuencias de este fenómeno. Al enfrentarlos con la realidad, los preparas para tomar medidas significativas.

Eso sí, es crucial que estas discusiones incluyan una reflexión inmediata sobre soluciones para adaptarse o mitigar el cambio climático. Esto evitará que se instale un sentimiento de inacción o impotencia.

Aprende más sobre cómo manejar la ecoansiedad en los alumnos

 

Teachers doing an activity on climate change and emotions
© UN Climate Change

5. Poner en acción a los alumnos

¡La acción es el mejor remedio contra la ecoansiedad!

Al animar a tus alumnos a participar en acciones concretas, locales e innovadoras, los ayudas a transformar su ansiedad en un impulso positivo. Involucrarlos en proyectos que busquen construir un futuro sostenible les genera mayor confianza y optimismo sobre su capacidad para generar un cambio real.

Una excelente forma de fomentar este tipo de iniciativas es organizar un Climatón, una jornada especial centrada en un tema específico con un desafío local relacionado con el cambio climático. Durante el día, los alumnos participan en reuniones, realizan experimentos y conversan con expertos. También trabajan en grupos para desarrollar ideas para su propio proyecto. Al final de la jornada, presentan una propuesta concreta que llevarán a cabo durante el curso escolar. Al invitar a los alumnos a participar en acciones colectivas, fomentas un sentido de pertenencia y responsabilidad compartida. Trabajar juntos hacia un objetivo común refuerza su confianza en su capacidad para tener un impacto positivo en el mundo que los rodea.

Esto también conecta con la importancia de abordar valores fundamentales. Solo transmitir conocimientos no es suficiente. Integrar temas como la solidaridad, la justicia, la igualdad, los derechos de las minorías y las culturas locales es un complemento esencial para inspirar comportamientos responsables. Poner a los alumnos en acción no solo combate la ecoansiedad, sino que también desarrolla su sentido crítico, su empatía y su compromiso hacia un mundo más justo y sostenible.

Climathon en Dordogne

6. Aprovechar la proximidad

Cuanto más cercanos sean los ejemplos en términos geográficos o cronológicos, mayor será el impacto en los alumnos. Hablar de inundaciones en tu región, o en un contexto más amplio como el de tu país, genera más impacto que mencionar las ocurridas en India. Del mismo modo, referirse a eventos recientes, como los de la semana pasada en Asia, captará más la atención que hablar de hechos ocurridos hace varios años. Si logras combinar proximidad geográfica y temporal, tendrás muchas más posibilidades de cautivar a tu audiencia. No dudes en aprovechar la actualidad, proyectando, cuando sea posible, fragmentos de noticias relevantes.

Aprovechar la proximidad no solo facilita el aprendizaje, sino que también fomenta que los alumnos compartan sus nuevos conocimientos con su entorno familiar, creando una red de sensibilización mucho más amplia. ¡Un aprendizaje cercano es un aprendizaje significativo!

Élèves en Colombie

7. Concreción, concreción y más concreción

Calcular la huella de carbono de las diferentes formas de ir de casa al colegio, utilizar en matemáticas los datos estudiados en ciencias naturales, trabajar en el rediseño del patio escolar para convertirlo en un oasis sostenible, construir o usar instrumentos meteorológicos como un pluviómetro o un termómetro para luego analizar los datos obtenidos, o realizar una simulación de una negociación climática… Todas estas son oportunidades perfectas para conectar los aprendizajes con la vida real y para que los alumnos adquieran múltiples conocimientos casi sin darse cuenta.

Además, enseñar sobre el cambio climático también implica trabajar habilidades clave como el pensamiento crítico, el método científico y la cooperación. Al final, abordar este tema en el aula es una manera excelente de dotar a los alumnos de competencias transversales que les serán útiles durante toda su vida.

Ahora que tienes las herramientas necesarias, ¿por qué esperar más? ¡Es hora de actuar y llevar el aprendizaje del cambio climático a un nivel práctico y transformador!

Publication date
Autor
Office for Climate Education OCE